Cuenta una antigua leyenda que fueron las mujeres nazaríes las que descubrieron, generación a generación, los secretos del Valle de Lecrín. El secreto lo transmitieron de madres a hijas, mostrando al mundo tan sólo el nombre con el que entre ellas se conocería este territorio: el Valle de la Alegría...
Fotografías: Rebeca de la Fuente